Dios máximo bien

Cuando Mateo nos invita a reflexionar sobre las tentaciones de Jesús, nos presenta al tentador retándolo a convertir las piedras del desierto en panes para que sacie su hambre de 40 días y 40 noches de ayuno. Conocemos vivamente la respuesta del Señor: No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.” (Mt 4,4)

El alimento es necesario para la vida; los seres humanos necestiamos comer. Pero, Dios nos recuerda que hay algo más que el solo alimento, porque los seres humanos somos mucho más que solo materia, instinto y condicionamientos físicos y psicológicos.

Cuando Dios creo al ser humano, lo creó a imagen suya (Gn 1,27), para dar a entender que hombres y mujeres somos seres cercanos a Dios, próximos a él; de alguna manera el texto del Génesis da a entender que el ser humano es prójimo de Dios. Pero, el hecho de que Dios nos llame a una vocación de amistad, intimidad y proximidad con él, no quita que el Señor se preocupe por todo tipo de bienes y del bienestar humano, por eso, una vez que lo ha creado y le ha dado poder para ser señor del mundo que Dios creó, le manifiesta su preocupación por su alimento (Gn 1,29). Es decir, el hombre y la mujer pertenecen al mundo superior en el que Dios habita, pero vive en el mundo y en el tiempo con una serie de necesidades que Dios acepta, comprende y se preocupa por satisfacer. No somos ángeles, pero tampoco somos hierba, flores o aves del cielo. Dios ha puesto en el mundo todo lo que necesitamos para satisfacer nuestras necesidades, pero quiere que recordemos que el máximo bien al que debemos aspirar es él mismo. Dios es el único bien que no perece, que no disminuye y que todos podemos compartir sin mengua de tipo alguno.

¿QUÉ DEBO HACER?

Dar gracias a Dios en tu oración por los bienes que te da, pero cincela en tu corazón que no hay bien superior a Dios. Dios es el mayor bien a que puedes aspirar.


¡Bendiciones!